inaguro este rincón...
orillero...

de este lado ya había
mates llenos de risa,
mucho ruido,
y muchas nueces,
luces brillos jazz y tango,
montones de preguntas sin contestar,
un dolor silencioso e innombrable,
las palabras mas sensatas
en boca de quien prefirió decir dibujando,
y una vedette con preocupaciones geopolíticas...

traigo de allá,
un poco de carnaval en la mochila,
la nostalgia que pesqué en el río,
unos cuantos abrazos,
algo de magia que pasó de contrabando,
ladridos del tafa,
piedritas de lagos y mares en los zapatos,
el sonido de los tambores,
y un poco de maquillaje que me dejó un murguista al bajar del tablado

vamos a ver qué sale...
quien sabe...





eureka

Descubrí que tal vez el motivo por el cual escribo es que hablando me siento bastante torpe. En la escritura tengo tiempo. Y cuando tengo tiempo me tropiezo menos. Igual que cuando camino despacito.
Escribo para descansar un rato.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen descanso, entonces!
Vane